Crónicas Intemporales: SEÑORA.
Para Lety cada ocasión en la que decidía vestirse le costaba más trabajo ocultar el paso de los años.
Y es que el estereotipo de la clásica TV -delgada y joven- ya no se ajustaba a su realidad. Desde hace tiempo había dejado ese loock juvenil para ajustar su imagen al de una SEÑORA, así con mayúsculas, pues se sentía muy orgullosa de su edad y presumía que su trabajo le había costado llegar a esta etapa.
Se había divorciado de su esposa y vivía sola, aunque sin perder el contacto con su ex y con sus hijas. Había visto pasar como de su generación de amigas con las que solía irse a la disco, muchas se habían retirado. Aún así conservaba un pequeño grupo de amigas con las cuales solía reunirse para tomar un café y platicar por largas horas.
Cuantas aventuras había vivido este grupo de locas que se atrevieron a comerse al mundo y demostrar que lo que nos gana son los prejuicios y no las razones, que se atrevieron a vivir de la manera mas gozosa posible. Y es que era conocida por lo aventada que era, no había lugar alguno en el que no causara revuelo como en aquella ocasión, en la boda de una de sus hijas donde se decidió a ir de Lety y de paso nos llevo a varias de nosotras.
En su corazón guardaba agradables momentos de esas épocas, y nunca se arrepintió de haberse dado la oportunidad de vivir y experimentar el travestismo. No añoraba esos años, los valoraba como solía valorar los años que vivió, sabiendo que cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.
Y es cierto, hoy luce bella y tranquila, su familia le cumplió su deseo de ser sepultada como la SEÑORA que siempre fue.
Rocio Suárez.
Para Lety cada ocasión en la que decidía vestirse le costaba más trabajo ocultar el paso de los años.
Y es que el estereotipo de la clásica TV -delgada y joven- ya no se ajustaba a su realidad. Desde hace tiempo había dejado ese loock juvenil para ajustar su imagen al de una SEÑORA, así con mayúsculas, pues se sentía muy orgullosa de su edad y presumía que su trabajo le había costado llegar a esta etapa.
Se había divorciado de su esposa y vivía sola, aunque sin perder el contacto con su ex y con sus hijas. Había visto pasar como de su generación de amigas con las que solía irse a la disco, muchas se habían retirado. Aún así conservaba un pequeño grupo de amigas con las cuales solía reunirse para tomar un café y platicar por largas horas.
Cuantas aventuras había vivido este grupo de locas que se atrevieron a comerse al mundo y demostrar que lo que nos gana son los prejuicios y no las razones, que se atrevieron a vivir de la manera mas gozosa posible. Y es que era conocida por lo aventada que era, no había lugar alguno en el que no causara revuelo como en aquella ocasión, en la boda de una de sus hijas donde se decidió a ir de Lety y de paso nos llevo a varias de nosotras.
En su corazón guardaba agradables momentos de esas épocas, y nunca se arrepintió de haberse dado la oportunidad de vivir y experimentar el travestismo. No añoraba esos años, los valoraba como solía valorar los años que vivió, sabiendo que cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.
Y es cierto, hoy luce bella y tranquila, su familia le cumplió su deseo de ser sepultada como la SEÑORA que siempre fue.
Rocio Suárez.
